Las cosas que suceden en nuestra vida no “nos tocan” fortuitamente. No hay nada azaroso o casual en lo que sucede, todo es fruto de una relación o de un proceso que ya esta pasando y con el que nos estamos relacionando, seamos capaces de verlo y entenderlo o no.
La confusión es tremenda y comprensible, pero hay algo que podemos hacer: desplegar nuestra atención y ser lo mas sensibles que podamos con el sufrimiento que produce esa confusión en nosotros mismos y en los demás seres.
La confusión es tremenda y comprensible, pero hay algo que podemos hacer: desplegar nuestra atención y ser lo mas sensibles que podamos con el sufrimiento que produce esa confusión en nosotros mismos y en los demás seres.
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