En ocasiones sentimos la necesidad de "desconectar" de nuestra vida. Por ejemplo pensamos que dormir, o realizar algun viaje nos ayudaría a esa supuesta desconexión. Sentimos que hemos invertido demasiado de nosotros mismos en algo, en el trabajo, en una relación, en un acontecimiento y pensamos que una desconexión de eso nos ayudaría a recuperar esa parte de nosotros que hemos cedido en una causa determinada. Si estamos plenamente conectados con nosotros mismos y con lo que nos rodea no sentiremos que estamos cediendo una parte nuestra, podremos sentirnos revitalizados por la energía de las situaciones y no tendremos la sensación de que se nos ha robado la experiencia o que hemos sido demasiado descuidados o demasiado generosos. Tendremos una sensación de equilibrio, de claridad y de conexión, sin ataduras, sostenidos por el instante.
Rail blando
En la brecha entre "mi" viaje y "el" viaje.